La Motivación
La motivación es uno de los aspectos psicológicos que se relaciona más estrechamente con el desarrollo del ser humano. La motivación no se caracteriza como un rasgo personal, sino por la interacción de las personas con la situación, por ello la motivación varía de una persona a otra y en una misma persona puede variar en diferentes momentos y situaciones.
La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de la persona hacia metas o fines determinados; es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. La motivación es lo que le da energía y dirección a la conducta, es la causa del comportamiento.
La motivación es un proceso que pasa por varias fases. Inicialmente la persona anticipa que se va a sentir bien (o va a dejar de sentirse mal) si consigue una meta. En un segundo tiempo, se activa y empieza a hacer cosas para conseguir dicha meta. Mientras vaya caminado hacia ella, irá evaluando si va por buen camino o no, es decir, hará una retroalimentación del rendimiento. Y por último, disfrutará del resultado.
Veamos algunas (porque son ilimitadas) de las maneras más eficaces de generar tu propia motivación:
Autores como Bernard Weiner suelen distinguir entre dos tipos principales de motivación: la intrínseca y la extrínseca. La conducta intrínsecamente motivada tiene como objetivo el interés personal en realizarla. Esto quiere decir que no necesitamos ningún incentivo externo como el dinero o el prestigio para realizarla.
La motivación extrínseca otorga un papel preponderante a aquellos motivadores de la conducta que provienen del exterior y que no habitualmente no son correlativos de manera natural a la conducta que premian. Por lo tanto, la motivación intrínseca es la que nos guía. Además, en este tipo de motivación, la recompensa es inmanente a la propia acción, al propio disfrute de la misma.
En la sociedad occidental actual vivimos en un constante devenir de circunstancias externas que, muchas veces, nos sumergen en la inercia. El camino de la inercia nos hace dejar llevarnos por las circunstancias y así acabamos actuando de una manera deshumanizada. Vivir sin motivación nos hace entrar en un mundo que nos vuelve mecánicos y donde nos olvidamos de nosotros mismos y de nuestras verdaderas motivaciones
¿Qué es lo que nos motiva?
Pensemos: qué nos lleva a actuar de una manera u otra y cuáles son los verdaderos motivos que nos encaminan a la dirección que tomamos. Conocer cuáles son los motivos que nos guían nos servirá para conocer realmente qué es lo que nos lleva a tomar ciertas decisiones o por qué nos decantamos por una elección y no por otra.A veces actuamos de manera equivocada o nos arrepentimos de nuestras acciones por no reflexionar sobre cuáles son las verdaderas motivaciones que impulsan nuestras decisiones. Conocer nuestras motivaciones es conocernos como personas, es el camino hacia el autoconocimiento y hacia la mejora de uno mismo.
Elegir vivir motivados es elegir una existencia más satisfactoria. La motivación es lo que nos impulsa y nos mantiene luchando por nuestros sueños, a pesar de todo lo que debemos enfrentar para hacerlos realidad.
Evidentemente no siempre se puede estar igual de motivado y pocos caminos hay que estén completamente bañados por pétalos de rosa, pero en la motivación está la clave de por qué hay personas que logran todo lo que se proponen mientras que otras se resignan a vivir la vida que tienen, a pesar de que no se sienten satisfechos con ella.
¿Puedes lograr automotivarte? La respuesta es, rotundamente sí. Ahora bien, maticemos que no hay fórmulas mágicas, pues la automotivación es un hábito que se puede aprender, pero que también hay que mantener.
#2. Las afirmaciones positivas.
Aunque la rutina cotidiana apenas te deja tiempo para reflexionar sobre tu diálogo interior, lo cierto es que, lo quieras o no, estás permanentemente lanzándote mensajes casi de forma automática.Pues bien, la propuesta es que seas un poquito más consciente de este autodiálogo y lo dirijas hacia su vertiente más positiva.Es decir, ya que es casi imposible dejar de comentar o narrar o lo que vives, hazlo de manera productiva: envíate autoafirmaciones positivas. Eso sí, no vale adularte con aseveraciones increíbles o inalcanzables.
La idea es convertirte en el mejor entrenador personal que hayas tenido, quien de modo amigable, pero honesto, te va señalando el lado motivante de tus logros y cualidades.
#3. El valor de la visualización.
Una vez que te lo crees, que además te lo recuerdas regularmente, tal y como apuntan las dos técnicas precedentes, te falta llegar a visualizarte obteniendo aquello que anhelas y en lo que trabajas.Puedes trasladarte mentalmente y con todos los sentidos, como si de tu presente se tratara, tantas veces como quieras, al momento del logro.
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